jueves, 11 de agosto de 2011

El mundo bajo vigilancia

¿Estás seguro de que cuando estás leyendo este texto nadie te está vigilando? A lo mejor en tu teléfono favorito que tienes a tu lado alguien ha instalado un aparato que registra cada tu palabra. ¿Quién ha hecho esto? ¿No sabes? Piensa con quién no te llevas bien. 

Teoría de un loco 

¿Una broma? ¿Una teoría conspirativa? A los que aseguran que la gente era, es y seguirá siendo escuchada a hurtadillas se les cree locos o, en el mejor de los casos, seguidores de teorías conspirativas. Personas que se apartan de la verdad. Sus teorías son nada más que excesivas interpretaciones de hechos y conjeturas infundadas. Para aquellos siempre hay sitio en un cabaret o un manicomio. Pero como se puede explicar las palabras del ex consejero del presidente estadounidense Zbigniew Brzeziński, quien había dicho: “En la era de tecnocracia la sociedad estará cada vez mejor controlada. La dominarán élites no atadas por los valores tradicionales.” Qué bonita es la segunda frase. ¿La “sociedad no atada por los valores tradicionales”es aquella que trata a la demás parte como esclavos determinando el lugar y trabajos que tienen que hacer? ¿Y por lo tanto se debe controlar de esta manera a todos o sólo a los rebeldes? 

Para mantener la vigilancia se ha creado el oficio de espía secreto y instituciones gubernamentales oficiales a las que, en virtud de la ley, se ha dado derechos a controlar, incluso a escuchar a escondidas. Hay dos tipos del espionaje. Uno, que conocemos de libros y películas. El otro – el verdadero. El primer siempre está relacionado con los mejores coches y las mujeres más bonitas. El segundo, el verdadero, consiste en revolver la basura, permanecer durante muchas horas con los auriculares puestos e instalar varios tipos de micrófonos ocultos. Las escuchas se las puede instalar en cualquier lugar: en zapatos, teléfonos, bolígrafos. Se las coloca debajo de escritorios y camas. 

En la historia de las escuchas participan tanto las mujeres celosas como los “políticos cautelosos”. El momento crítico, cuando resultó que cualquiera puede escuchar a escondidas, fue el famoso escándalo del Watergate que descubrieron dos periodistas del Washington Post: Bob Woodward y Carl Bernstein. Resultó que las autoridades, antes siempre fuera de sospechos, fueron los que escuchaban a escondidas. Los Estados Unidos estaban en choque. Resultó que gente relacionada con el presidente Nixon colaboraba con los servicios especiales para vigilar a la sede de la campaña electoral del Partido Demócrata. También salió a luz el caso de la fractura a la sede que se hallaba en el complejo de edificios “Watergate” en Washington durante la campaña electoral en 1972. 

El escándalo de Watergate marcó el final de la carrera política de Richard Nixon. Renunció en agosto del 1974 ante la amenaza de impugnación. Un mes después su sucesor, Gerald Ford, publicó un documento en que concedió la amnistía a todos los delitos que Nixon “cometió, podría haber cometido o en que participó” cuando era presidente. A consecuencia del escándalo 40 altos funcionarios gubernamentales fueron acusados o encarcelados, entre ellos John Mitchel, jefe del comité electoral de Nixon, y Charles Colson, consejero especial de Nixon. Nixon de su parte hasta el final de su vida aseguraba que era inocente. 

El Watergate polaco 

También en Europa las escuchas están usadas a menudo. En este caso son las autoridades que estaban escuchadas furtivamente. Uno de los ejemplos mejor conocidos es el escándalo en el que protagonizó el primer ministro de Hungría Ferenc Gyurcsany quien, inconsciente de que lo que dice se está grabando, admitió que engañaba a sus electores. Esta escucha tuvo consecuencias bastante graves provocando duraderas y violentas protestas de ciudadanos. 

En Polonia en su tiempo se hablaba mucho sobre la llamadas “cintas de Rydzyk” o “cintas de Oleksy”. Las grabaciones más famosas provocaron el estallido de un escándalo que tenía consecuencias muy significativas: la caída del gobierno de Leszek Miller y el final de la popularidad de la Alianza Democrática de Izquierda (Sojusz Lewicy Demokratycznej). El escándalo fue llamado el Escándalo de Rywin. Lo descubrió Adam Michnik que grabo su conversación con Lew Rywin durante la que Rywin le hizo una oferta corruptiva. 

Según los datos recogidos en el informe de julio de 2011, en el año 2010 la policía y otros servicios autorizados pidieron por el permiso para controlar a 6723 personas, obtuviendo el permiso del juicio 6453 veces. ¿No hay que preocuparse? ¿Seguro? Según el informe publicado por la Comisión Europea los polacos son la más vigilada nación en la Unión Europea. Los autores del informe comunican que en 2010 la policía y los servicios especiales han vigilado las facturas telefónicas de sus ciudadanos 1 millón 300 mil veces. Aún si han controlado facturas de la misma persona muchas veces, el número de ciudadanos que han sido vigilados en enorme. 

Nos pueden vigilar 9 instituciones: la Policía Militar, la Guardia Fronteriza, la Oficina de Protección del Gobierno, la Agencia de Seguridad Interna, la Agencia de Inteligencia, el Servicio de Inteligencia Militar, el Servicio de Contraespionaje Militar, la Oficina Central de Anti-corrupción y los servicios fiscales. 

Lo curioso es que el número de escuchas aumentó en comparación con el año pasado. 

En Europa la situación no está mucho mejor. Mientras que los funcionarios vigilan facturas telefónicas, los terroristas potenciales empiezan a usar tecnologías nuevas, como Skype. Hace unos años la policía italiana quería obtener permiso para grabar conversaciones hechas a través de este comunicador. El caso está en consideración de las autoridades de la Unión Europea pero hasta ahora no tuve éxito. 

El micrófono invisible 

Según los historiadores las escuchas que usan la radiofrecuencia eran accesibles unos pocos años después de la II Guerra Mundial, los servicios de seguridad empezaron a usarlas en los años 50 del siglo XX. Hoy en día también se utiliza muy a menudo la tecnología GSM. 

Hay muchos métodos de escuchar furtivamente, incluso una persona que no sabe mucho de electrónica podrá construir su propia escucha. Sólo hay que encontrar en internet una película con instrucciones, para construir un aparato que usa la radiofrecuencia. ¿Pero para qué esforzarse? Decenas de empresas ofrecen todo lo necesario para grabar lo que nos interesa. La venta de aquellos aparatos es legal, lo único que es ilegal es escuchar a hurtadillas. 

Si hay escuchas es obvio que aparecen también aparatos que causan interferencias. En tiendas online se puede comprar fácilmente el equipo necesario, todo depende de qué nos hace falta. En su oferta se puede encontrar aparatos que generan tonos bajos que, aunque imperceptibles para el oído humano, impiden el entendimiento de conversaciones grabadas por escuchas. Otro tipo de aparato permite interferir al señal de los aparatos GSM debido a que en el alcance de varias decenas de metros no funcionan ni los teléfonos móvil ni cámaras. Desgraciadamente, la privacidad cuesta. La mayoría de los “interferidores” cuestan por lo menos unos cientos zlotys, mientras que los mejores cuestan miles de zlotys. 

Hablando del GSM hay que subrayar que las mismas conexiones por móviles no son seguras. Hasta hace poco estaban cifradas por medio de un algoritmo anticuado que ahora contaría con 23 años de edad. Hace dos años fue actualizado tras una fractura impresionante de los sistemas de seguridad hecha por un informático alemán. ¿Pero esto es suficiente? El ingenio humano no tiene límites. En el año 2010 durante la conferencia Def Con Chris Paget presentó un método que permite interceptar la señal de una llamada telefónica usando sólo un portátil, una antena, un software especial y teniendo conocimientos adecuados. El costo de construir el aparato entero es sólo 1500 dólares. Esto lo hace accesible a cualquiera. 

Las cuestiones legales sobre el acceso a información que proceden de compañías de telefonía móvil no están arregladas en Polonia y conforme a eso los servicios pueden enterarse muy fácilmente de cuándo y con quién hemos hablado por teléfono. Aún peor se ve la cuestión de los mensajes. De Fuentes no oficiales se sabe que las compañías de telefonía móvil tienen archivos con una parte de los mensajes enviados, o sea pueden facilitarlos a terceros. Este tipo de comunicación también despierta recelos. Los más cautelosos pueden seguir los pasos de Julian Assange que cambiaba su número de teléfono tras cada llamada hecha. 

Un escándalo sin precedente 

Hoy en día hay cada vez más maneras de espiar. Por eso nunca podemos estar seguros de que tenemos más suerte que los ingleses vigilados. El escándalo de “News of The World” ha revelado la nueva verdad. Resultó que los que escuchan a hurtadillas son los periodistas. Como ha puesto de relieve Jacek Mojkowski de “Focus” el acuerdo que reinaba en Gran Bretaña era “un acuerdo tóxico entre los medios de comunicación, la política y la policía”. Aunque Scotland Yard sabía de la existencia de las escuchas, no abrió la investigación porque muchos de los consejeros de la policía antes trabajaban en “NoTH”. A lo mejor los periodistas aprendieron sobre aquellas prácticas escandalosas del Deutsche Telekom que en 2008 ha sido premiado con el “Big Brother Award” por la violación de la libertad de prensa, después de acusar a sus empleados de escuchar furtivamente a las conversaciones de periodistas. 

No podemos estar seguros de que algunas informaciones sobre nosotros que caerán en manos de una persona no llegarán en un instante a otras. 

La vigilancia de un ciudadano corriente, sin importancia en qué país vive, se vuelve cada vez más fácil. Las ideas de aumentar el control no despiertan grandes protestas. Ante los recientes acontecimientos en Noruega podemos esperar propuestas de la intensificación de la vigilancia. ¿Tiene esto razón? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario