miércoles, 16 de marzo de 2011

Revolución Roja

Parece que saltamos de un tema a otro. Los lectores menos experimentados pueden opinar que estas historias no están relacionadas, pero realmente son buenos ejemplos de que hay muchos misterios interesantes y ocultos que esperan ser interpretados. Su verdadero significado está encubierto bajo una capa muy fina, formada por la gran cantidad de noticias de los medios de comunicación.


La historia de Sablin ha mostrado la especificidad de la "Rusia Roja". Este país, supuestamente revolucionario y progresista, ¡condena a muerte a un hombre que quería propagar la revolución aún más! Pero no nos asombremos. Los verdaderos revolucionarios en la Unión Soviética fueron eliminados ya en el principio. Las revoluciones, de hecho, tienen su orden planificado, sus objetivos y, lo más importante, las personas que lo controlan. En consecuencia, dichas personas obtienen acceso a recursos ilimitados y enormes cantidades de dinero. Organizan de nuevo las relaciones económicas y designan libremente a nuevos socios de negocios.


Albert Pike, uno de los masones más influyentes en el siglo XIX, en la preparación de su plan para producir tres guerras mundiales, que ya he mencionado en mis entradas anteriores, era muy consciente de las posibilidades que se encontraban en Rusia. Sin embargo, había un obstáculo muy considerable que le impedía la realización de su plan – el zarismo. Para introducir el ambiente revolucionario, necesitaba, en primer lugar, debilitar la autoridad zarista y, luego, poner todo el país en el caos. La función de catalizador, que es un elemento imprescindible, fue desempeñado por la gran guerra en Europa, que provocó la caída de tres imperios, creó varios países pobres en la Europa Central y llevó Rusia a una dictadura sangrienta. No obstante, este último no fue un resultado procedente de las condiciones que prevalecían en este país enorme y, tampoco, de la rebelión del proletariado local. Primero, el proletariado simplemente no existía fuera de Moscú y Petrogrado. Segundo, toda la ideología del comunismo no era nada más que una versión más antigua de lo que hoy se llama globalización - una herramienta inteligente creado por los Iluminados que les permite funcionar. Karl Marx y Friedrich Engels, así como otros comunistas en las épocas posteriores, siempre conseguían obtener fondos para sus actividades y el dinero no vino de obreros o campesinos. El dinero fluyó a los bolcheviques en una corriente contínua, apoyándolos en sus esfuerzos hacia la guerra civil.


Rusia es un país enorme con un gran potencial, que durante dos siglos ha servido como una especie de "azote de Dios" contra todos los que quisieran tener demasiado. Vale la pena fijarse en el papel que desempeña ante los problemas de la Unión Europea cada vez más grandes.



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